A todos nos encanta Cusco, eso nadie lo duda.

Esa mezcla de cultura, naturaleza y aventura han hecho de la Ciudad Imperial, el destino favorito de millones de personas del Perú y el mundo. Sin embargo, la otrora capital del Imperio incaico conserva mil y un secretos que pocos conocen. Acá te mostramos cinco que todo Cusco Lover que se respeta debería conocer.

Cusco tiene forma de puma

Si se observa el antiguo mapa de la Ciudad Imperial se descubrirá la supuesta forma de un puma. La cabeza del animal se apoya en el famoso centro arqueológico de Sacsayhuamán. Mientras que el cuerpo es delimitado por dos ríos, el Tullumayu o “Río de huesos” y el Saphi: La unión de ambos ríos da lugar a la cola del felino y es por ello que la calle que pasa por encima de ellos se llama Pumaqchupan (cola del puma).

La Última Cena cusqueña tiene un cuy en el menú

El cuadro “La Última Cena” (1748) del pintor peruano Marcos Zapata, representante de la Escuela Cusqueña está caracterizado por la fusión de elementos de tradición artística occidental y rasgos indígenas. Este cuadro - que se puede observar en La Catedral del Cusco - ofrece una escena que se repite en la mayoría de representaciones de la Última Cena, sin embargo, tiene la particularidad de incluir elementos típicos de los Andes peruanos, como el cuy, plato central del cuadro.

La leyenda del Cristo Moreno

Antiguamente, un Cristo Moreno se ubicaba en un lugar escondido de la Basílica Catedral del Cusco, sin embargo, luego del terremoto que azotó al Cusco el 31 de marzo de 1650 se convirtió en el Taytacha de los Temblores. El movimiento de tierra acabó con la vida de 5 000 personas. Desesperados porque la tierra no paraba de temblar, los fieles cusqueños sacaron en procesión a este Cristo y, según cuenta la historia, en ese momento pararon las réplicas o temblores.

San Blas, uno de los mejores lugares para ver el atardecer

Este mágico y acogedor rincón del Cusco es un barrio de artesanos, como los Mendívil, los Olave y los Mérida. Sus estrechas calles cuentan miles de historias y albergan algunos de los restaurantes más lindos de toda la ciudad. Su pintoresca plaza es una de las más bellas del Cusco y unas cuadras más arriba hay un pequeño parque que ofrece a los visitantes una hermosa vista de los Apus o montañas tutelares que cuidan a la ciudad. Es, definitivamente, uno de los mejores lugares para disfrutar del atardecer.

El Choco Museo es un paraíso para los amantes del dulce

El cacao peruano es uno de los mejores del planeta, por eso el Museo del Chocolate es un lugar que todo amante del Cusco debería conocer. Aquí puedes descubrir el proceso del cultivo y cosecha del cacao peruano, y degustar algunos de los mejores chocolates del país. Ubicado en el segundo piso del número 210 de la calle Garcilaso (a solo dos cuadras de la plaza de Armas) es un lugar que no puedes dejar de visitar en tu próxima visita.

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