El más fastuoso y prolongado de la región, inicia con la celebración de la Q’ashwa de San Sebastián, expresión artística que surgió para celebrar el triunfo de los collas sobre los lupacas y quedó como parte de la fiesta agrícola del Huchuy poqoy o pequeña cosecha en enero, representada por los machuaychas y los chiñipilcos y ejecutada a ritmo de pinkillos y el toqoro, la festividad continua con el inicio del carnaval (miércoles de ceniza), quema del Ño Carnavalón; así como, desarrollo de concurso de danzas.
