En octubre, Lima mantiene su cielo gris, pero lo contrasta con el morado de sus calles y la vestimenta de sus ciudadanos. La famosa y siempre popular procesión del Señor de los Milagros, el evento religioso más grande del año en nuestro país, se suele celebrar alrededor de tradiciones y una fe que mueve montañas en el mes morado. Sin embargo, desde 2020, debido a la nueva normalidad y para prevenir la expansión del covid-19, la tradición se ha adecuado a estos tiempos. ¡Sigue leyendo para enterarte de cómo se celebrará al Señor de los Milagros este año, así como su historia y tradiciones!
¿Cómo será la celebración del Señor de los Milagros este 2021?
¡Atento, viajero! Si eres un fiel creyente del Señor de los Milagros, te contamos que lamentablemente no habrá procesión este año, pero, a diferencia de 2020, sí podrás visitar la santa imagen en el salón de Las Andas de la iglesia Las Nazarenas, del 10 al 31 de octubre, de 7:30 a.m. a 6 p.m. Recuerda que debes respetar los protocolos de bioseguridad: uso de doble mascarilla, uso de alcohol o gel, y distanciamiento social. También, ten en cuenta que el aforo es limitado.
En cuanto a las misas, el 18 y 28 de octubre será celebrada a las 9:00 a.m. por el arzobispo de Lima. También habrá misas presenciales desde las 7 a.m. hasta las 5:30 p.m., con un aforo permitido de 100 personas. Si no puedes asistir, tienes la posibilidad de ver las misas virtuales a las 7 p.m. y 8 p.m. Para las misas presenciales se seguirá con los protocolos de bioseguridad correspondientes.
¿Cuál es la historia del Señor de los Milagros?
En el siglo XVII, el catolicismo ya estaba bastante difundido en el Perú colonial. En este siglo la población de esclavos africanos se concentra en los lados periféricos de la ciudad de Lima, como el barrio de Pachacamilla (donde ahora se ubica la iglesia de Las Nazarenas). Es aquí donde un esclavo negro, natural del país de Angola, con el nombre de Benito o Pedro Dalcón, pintó una imagen de Jesucristo crucificado en un templo improvisado. Cabe resaltar que, aproximadamente en 1650, los esclavos de este barrio habían formado una cofradía para expresar su fervor religioso y que Dalcón no era un artista ni tampoco poseía conocimientos sobre pintura. Fue su devoción la que lo llevó a pintar la imagen.
En 1655 un terremoto sacudió la ciudad y causó muertos, heridos y damnificados, además de dejar en ruinas muchas construcciones. La cofradía estaba construida de adobe, por lo que todas sus paredes cayeron, pero misteriosamente la pared en donde estaba pintada la santa imagen resultó intacta, sin ningún signo de daño material, algo que fue y continúa siendo considerado milagroso. El fervor religioso creció después de este inimaginable suceso. Los fieles se acercaban a rendir homenaje a la imagen y el gran interés sustituyó incluso otras celebraciones como el Corpus Christi y la Virgen del Carmen. Sin embargo, las reuniones de los esclavos fieles fueron mal vistas por algunos religiosos locales, como el párroco de la iglesia de San Sebastián. Luego de diversas coordinaciones, se dictaminó que el Jesucristo en la cruz fuera borrado. Sin embargo, se cuenta que en las tres ocasiones que se trató de borrar, los encargados terminaban impactados y hasta asustados por la milagrosa imagen. Finalmente, se decidió dejar la imagen y se construyó una capilla en su honor. Después del gran terremoto, la imagen sobrevivió intacta incluso después de una serie de fuertes temblores que llegaron en los años posteriores. Esto hizo que la fe alrededor de ella se incrementara y que el Cristo de Pachacamilla se convirtiera en el protector de Lima. Uno de estos temblores hizo que Sebastián Antuñano, un gran impulsor de la fe al Señor de los Milagros, ordenara hacer una copia al óleo de la imagen para que saliera en procesión por las calles de Pachacamilla. La tradición sigue en pie hasta hoy, así como la inquebrantable fe de sus fieles.
¿Qué días se celebra el Señor de los Milagros en el Perú?
El Señor de los Milagros sale en procesión el primer sábado de octubre desde el monasterio de Las Nazarenas hacia la catedral de Lima, y regresa a su lugar de origen al día siguiente. Recorre distintas calles de Lima el 18, 19 y 28 de octubre. Su último recorrido es el 1 de noviembre, cuando el Cristo sale del santuario de Las Nazarenas y regresa al monasterio hasta el próximo año.
¿Cuál es la historia de los hábitos morados?
Es tradición que los fieles del Señor de los Milagros se vistan con un hábito morado en octubre, como signo de devoción a la santa imagen. Pero ¿cómo empezó esta costumbre? Se dice que la madre Antonia Lucía del Espíritu Santo llegó de Ecuador a Lima y fundó el Beaterio de Nazarenas en el Callao, cuyo hábito era morado, propio de la túnica nazarena, en honor a Jesús Nazareno (es decir, el Cristo con la cruz a cuestas). Hasta ese entonces, el color morado no tenía relación con el Señor de los Milagros. No fue hasta que la madre Antonia tuvo un espacio al costado de la capilla del Cristo de Pachacamilla cuando se empezó a relacionar el hábito de las beatas con el Cristo moreno.
Las alfombras de flores y las velas de la procesión del Señor de los Milagros
Las alfombras de flores en las procesiones del Señor de los Milagros son una costumbre casi artística que se cumple cada octubre. Estas alfombras, que indican por dónde pasará el anda con la imagen, son una expresión hecha a mano por cientos de fervientes católicos que quieren hacer presente su fe, así como clubes de madres, comedores populares, entre otras organizaciones e instituciones privadas o del Estado.
Las velas características de estas fechas también se han vuelto parte de la costumbre de los feligreses. Son cirios labrados artísticamente con los colores propios del Señor de los Milagros y se usan para acompañar a la imagen durante la procesión. Luego son entregados como ofrenda en la iglesia de las Nazarenas. ¡Hay de todos los tamaños! Pueden ser muy pequeños hasta enormes, de varios kilos de peso.
Gastronomía típica del mes morado
Como en cualquier celebración peruana, no puede faltar la comida típica. En el mes morado el turrón de doña Pepa es un infaltable postre en la mesa de los peruanos. El turrón se prepara con palitos de harina y manteca que se cubren de miel e innumerables grajeas de colores. Según cuenta la historia, una esclava morena de nombre Josefa Marmanillo, o doña Pepa, se curó de una parálisis en sus brazos tras rezarle al Señor de los Milagros. En agradecimiento, creó uno de los postres más sabrosos del Perú. Existen de muchas presentaciones, pero el sabor clásico y tradicional permanece igual.
Otro platillo que no puede faltar son los picarones, que nos dejan chupándonos los dedos de lo deliciosos que son. En el siglo XVII se comenzó a ofrecer este manjar en las procesiones del Cristo Moreno y se convirtió en una tradición que los fieles disfrutan mientras acompañan a la santa imagen por las calles de Lima. La receta no ha variado a lo largo de los años. Se prepara con harina de trigo mezclada con zapallo y camote, que se sumerge en aceite hirviendo hasta lograr su característica textura crocante. Se acompaña con miel de chancaca.
Turrón de Doña Pepa
Picarones
Si tu fe por el Cristo de Pachacamilla es grande, entonces no habrá barrera que te distancie de él. Visita con responsabilidad el templo de Las Nazarenas o mira las misas en vivo, y disfruta de las costumbres y gastronomía propia de este mes. ¡Viva el mes morado!