03/08/2022
Un extraordinario hallazgo en el Complejo Arqueológico Chavín de Huántar sorprendió al mundo entero: una galería hasta ahora desconocida fue descubierta por el equipo del Programa de Investigación Arqueológica y Conservación de Chavín de Huántar, liderado por el arqueólogo John Rick, con el apoyo de arqueólogos peruanos y estudiantes de distintas universidades. El espacio, bautizado como Galería del Cóndor, pertenece a un periodo temprano de la Cultura Chavín y tiene una antigüedad estimada de unos tres mil años.
El arqueólogo norteamericano John Rick, que lleva más de dos décadas explorando el sitio, nos explica la relevancia histórica de este descubrimiento y cómo se consiguió.
¿Cuál es el significado de esta galería? ¿Por qué habría permanecido cerrada?
Cuando excavamos en Chavín o investigamos su arquitectura, la intensidad de la construcción nos impide encontrar las cosas más tempranas, ya que siempre son las que se encuentran a mayor profundidad. Por ejemplo, muchas veces, nos encontramos con plazas u otras construcciones de la época de Chavín Tardío. Nos gustaría saber más sobre los comienzos de esta civilización. Esto ha sido, hasta ahora, una frustración constante para todos nosotros.
Por eso, este descubrimiento es único y raro. Los antiguos Chavín preferían mantener su acceso a los espacios arquitectónicos tempranos y los modificaron constantemente hasta el final de la cultura. Esta galería parece ser un espacio dejado en su estado original. Por ello, es tan importante para entender los comienzos de la Cultura Chavín.
¿Cómo se logró descubrir esta nueva galería? ¿Cuánto tiempo tomó acceder a ella?
La clave del descubrimiento se dio entre los años 2014 y 2015. Excavamos un corredor entre dos edificios grandes y revelamos no solo la fachada Chavín Tardío, sino también un área colapsada de otra fachada. En ella, había un ducto muy modesto en tamaño, cerca de 15 cm por 30 cm, y lo anotamos porque nos interesó mucho. Pero tuvimos demasiado que hacer en los siguientes años.
No fue hasta el 2019 en que yo tuve un momento para preparar una cámara miniatura y montarla con luces fotográficas, para poder introducirla dentro del ducto. Logré pasar la cámara 8 metros por el ducto y rápidamente fue obvio que se trataba de una nueva galería. Tuvimos también un indicio de que habría por lo menos un cuenco de piedra adentro. Sin embargo, debido a la luz relativamente pobre de las luces fotográficas que podíamos ingresar, las imágenes eran borrosas y no era posible ver bien el espacio.
Luego, regresamos a los Estados Unidos y nos preparamos para la campaña del 2020. Pero llegó la pandemia y no fue posible regresar a Perú ni hacer investigaciones arqueológicas hasta este 2022. Tuvimos que esperar, pero esta era nuestra prioridad.
¿Qué particularidad hace especiales a las dos vasijas que se recuperaron en la galería?
Estos hallazgos son realmente apasionantes para nosotros. Los cuencos o vasijas de piedra que solemos encontrar están fragmentados entre los escombros de Chavín. En ningún caso, habían sido encontrados en un espacio arquitectónico. No sabíamos para qué habrían sido utilizados ni su fecha. Son muy enigmáticos. Hacer un cuenco de piedra de un tercio de metro de altura y diámetro de un bloque sólido de piedra es un esfuerzo inmenso, que implica invertir mucho tiempo y energía. Sospechamos que eran tempranos, que no se trataba de algo que estaba en uso en Chavín Tardío. Incluso para entonces ya eran reliquias.
Uno de los dos cuencos tiene una forma escultórica: la forma de un Cóndor. Esto es raro. Muchas veces, los cuencos tienen decoraciones, pero simplemente son grabaciones geométricas en la forma cilíndrica de la piedra. En el caso del Cuenco del Cóndor, tenemos un mango que sobresale de un lado, pero este tiene la forma de la cara, cabeza y cuello del ave. Además, grabaron las alas y la cola del Cóndor alrededor de la forma cilíndrica. Por eso, hemos dado al espacio el nombre de Galería del Cóndor.
¿Cómo se explica la presencia de estos dos cuencos en la galería?
Su contexto es fascinante. Cuando cerraron la galería, echaron mucha tierra para levantar un bloqueo hasta el techo y así sellarla. Sin embargo, el segundo cuenco estaba descansando en la tierra. Esto quiere decir que uno de los últimos actos que realizaron fue poner este cuenco en su posición y, después, con algunas cargas más de tierra, cerrar la galería.
Entonces, ya sabemos por qué los pusieron ahí: esto fue una ofrenda. Ambos objetos eran reliquias. Fueron objetos rituales de gran valor e inversión, para celebrar la clausura de la galería.
¿Por qué es importante que los peruanos aprendamos más sobre la Cultura Chavín y visitemos el Monumento Arqueológico?
Los peruanos aprecian y reconocen la arqueología. Si yo le digo a cualquier persona que estoy trabajando en Chavín, va a reconocer el nombre. Ha aprendido sobre ella en su educación escolar y hay una conciencia arqueológica dentro del Perú que es muy agradable de ver. Pero, al mismo tiempo, la gente no tiene más detalles. Sabe que Chavín es anterior a los Incas, pero muchos no saben aún lo que nos ha ayudado a aprender sobre el desarrollo de las culturas andinas.
Debemos entender lo que estaba emergiendo en Chavín: un sistema de autoridad como no había existido nunca antes, el concepto de religión que estaban elaborando, una serie de tecnologías que se estaban desarrollando, etc. Hay muchos detalles sobre las culturas andinas que aún estamos intentando entender y Chavín es clave para esto.
Es cierto, Chavín es parte del Patrimonio Nacional del Perú, pero también es considerado Patrimonio de la Humanidad y está dando lecciones acerca de cómo se desarrolló la humanidad a nivel mundial. Creo que es importante que los peruanos entiendan esto, valoren a la Cultura Chavín y visiten el complejo. Yo tengo 28 años investigando Chavín y cada año que regreso, siento que el sitio me dice: “Usted piensa que me entiende, pero no tiene ni idea de lo complejo que soy”.